Entre Iquitos y Yurimaguas (Loreto) viajan cada día al mínimum dos lanchas. Cada una transporta entre 150 y 200 pasajeros. Cada pasajero consume agua, gaseosas, comida empaquetados en botellas de plástico o latas de fiero. La mayor parte de la gente bota sus restos directamente al rio.
Podemos imaginar sencillamente el daño hecho al rio, a su flor y su fauna, a las poblaciones que viven a su costado resultando de este comportamiento.
Este comportamiento viene de una falta de educación y de respeto al medio ambiente. Resulta también de una falta de infraestructura básica al bordo de las lanchas: tachos de basura suficientemente grandes para absorber la cantidad de restos consumidos al día.
Viene también de una falta de presencia y de preocupación de parte de las autoridades encargadas de la protección del medio ambiente.
En este caso Deberes Humanos puede intervenir haciendo en primer lugar un estudio del problema:
- armar un equipo de especialistas (biólogo, especialista de fauna y flora de los ríos amazónicos, un fotógrafo o filmador, un sociólogo…) para hacer un estudio y un expediente preciso que constata la amplitud del problema, sus consecuencias a corto y largo plazo, proponer soluciones concretas para acabar los daños.
- presentar el resultado del estudio a las autoridades distrital, regional y nacional para avisarlas del problema.
En función de las respuestas de dichas autoridades:
- armar un equipo de 25 a 50 personas para empezar a limpiar y sacar las botellas de una parte definida del rio (100 a 500 metros) en una 1 o 2 semanas.
- regresar con las botellas y restos encontrados y escribir otro expediente “balance de la expedición”
- informar de nuevo las autoridades del trabajo hecho
- avisar medios de comunicaciónes al respecto del problema
- armar una campaña de educación y de sensibilización al bordo de las lanchas
- encontrar acordes con las empresas de transporte fluvial para que equipan sus lanchas en tachos de basura.
… otras propuestas…
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